TE ATREVES A LOS JUEGOS DE ROL?

Mira todo lo que necesitas tener en cuenta para que, cuando te lances a la aventura, vivas una experiencia súper placentera.

¿Estás cansada de hacer el amor con tu pareja siempre de la misma manera? ¿Quieres romper con la rutina sexual? ¿Te animas a los juegos de rol?

Esta práctica, también conocida como role playing, puede ser una muy buena manera de condimentar tus encuentros sexuales. Generalmente, uno de los dos asume un rol de poder. Si eres tú quien toma el control de la situación, puedes usar esa oportunidad para mostrarle en su cuerpo esas cosas que te gustaría que te haga, como también esas cosas que no disfrutas, pero no te animas a decirle. Una vez que cada uno asuma su rol y el juego vaya avanzando, comenzarán a desinhibirse y vivirán el placer desde una perspectiva completamente diferente.

A continuación te damos paso a paso lo que debes considerar para llevar a cabo esta fantasía.

Conocer las fantasías de tu pareja

Es muy importante que investigues un poco sobre las fantasias de tu pareja para que puedas sorprenderlo con algo que le guste. En el caso de que él llegara a sorprenderte a ti con lo que desea, ten en cuenta que es sólo una fantasía. Por lo tanto, si te pide que actúes como una Lolita, no te escandalices y pienses que le gustan las niñas, sino que es sólo un deseo de experimentar el sexo con alguien virginal.

Establecer límites

Es bastante común que en los juegos de rol se incluyan accesorios, como esposas, vendas para cubrir los ojos, cuerdas para atar el cuerpo -también conocido como bondage, látigos y hasta se use un lenguaje bastante subido de tono que para algunos puede resultar en una falta de respeto. Incluso, que haya cierta crueldad y sometimiento en el trato. Por todo eso, es súper importante que establezcan cuáles son los límites de esa fantasía y lo que están dispuestos a hacer y a soportar. De lo contrario, podría terminar en una muy mala experiencia.

Preparar el escenario

Para jugar como corresponde hay que preparar el escenario. No necesariamente se tiene que dar en el dormitorio. Por ejemplo, si van a jugar a la alumna y el profesor, traten de que el juego tenga lugar en el escritorio de la casa, y agreguen todos los accesorios que crean que le aportarán mayor sensación de realidad a esa experiencia.

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